lunes, 30 de noviembre de 2009

CALMANDO SOLEDADES...




Eran tiempos de carencias…

de manos vacías y espigas secas sin grano,

tiempos de baldíos corazones ansiosos de estar llenos.

Primaveras de sombras y estíos sin soles,

pura sequía en el alma del poeta sin ilusiones,

sin un camino, ni una meta a dónde querer llegar...



Pero de pronto…

irrumpiste en mi sendero llenándolo todo,

saciando mi boca hambrienta de besos enamorados,

sembrando mis tierras áridas con germen de ternura

y en mis jardines otoñales, aparecieron rosas sin espinas

destilando aromas de futura bonanza.



Se encendieron los soles en mis pechos ardientes,

y mis lunas sintieron el calor de tu boca:

nos fundimos en uno, de forma inexorable

entregados a la vida, despojados de ropajes…

desnudos en la noche bajo la luna clara.



Nosotros ante el mundo…

sin miedo a un futuro incierto,

anduvimos cálidos senderos con los dedos,

descubriéndonos los íntimos secretos,

dando silbos al aire sin tapujos.

¡Amándonos amor, calmando soledades...!

1 comentario:

  1. hola ánmgela muy bella poesía en verdad he dado un paso calmado por su espacio
    y me ha gustado mucho este poema...
    además desearl una muy feliz navidad para usted y los suyos y un esplendoroso año nuevo
    y que sea muy feliz...


    un gran abrazo hasta donde esté.......

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