domingo, 2 de agosto de 2009

POESÍA CONTEMPORÁNEA

TELÓN ROJO

Cuando llegue el último acto,
culminada al fin la representación,

te diré lo que pienso...
ahora es sólo tiempo de estar entre bambalinas,
observando tu demi-plié y tu relevé,

de novata danzarina.

Cuando se alce el telón y aparezcas divina,
recibiendo las ovaciones de un público inocente,
que acude al espectáculo ausente a todo lo que ocurre,
sin saber que tus pasos están comprados...
entonces alzaré la gran cortina

y sabrán que tú eres la segunda,
y que yo, siempre fui la primera bailarina.

Entonces... verán que tras del maquillaje,
sólo existe una pobre aprendiza de ballet de barrio,
Entonces... se borrara tu pintada sonrisa
y se descubrirá tu triunfo amargo,
ese por el que jamás mis pies,

danzarían ni un solo paso...


VERDE ESPLENDOR

Rendirse a tus caprichos
sería... dejar de ser yo misma,
sucumbir a mis espacios azules,
para cambiarlos por tus veredas ocres
llenas de hojarasca reseca...
y verter mi juventud llena de verde esplendor,
a tu árida piel de lagarto ancestral.

Rendirse a tus caprichos
sería... perder mi identidad

y arrastrarme a los infiernos,
tan sólo por una noche de placer.


DESIERTO AMARILLO

Como el trigo maduro bajo los soles fuertes,
aguanto el remolino de tus vientos,
de tus constantes idas y venidas de un campo a otro,
sin importarte las distancias...

recorres las minúsculas avenidas,
que con arduo esfuerzo,

trazan las laboriosas hormigas.

Espiga fuerte soy de grano duro amarillo,
que espera al caer la noche, el canto de su grillo,
que aún siendo a veces, un cántico cansino,
mis oídos aguardan, cual si fueran bellos trinos.

De mi campo verde a tu desierto amarillo,
solamente hay un paso, que por amor a veces
sin querer traspaso...

por un simple¡ te quiero, tuyo... !


UNIVERSO AZUL

Lucífero te alzasante mi oscura noche
cuajada de estelas blancas,
sigiloso asciendes, hasta el pequeño cráter
que esconde mi vientre...
Subes sin aliento hasta las altas cumbres,
dónde mis lunas esperan el calor de tus labios...
lunas que duermen dentro de tu boca,
mientras me reflejo en ese cielo azul de tus ojos,
hasta que aparece el alba.

El astro sol ilumina nuestro universo...
la noche acaba y comienza entonces a encenderse
toda una vida llena de colores,
aguardando el ocaso para volver a nuestro espacio...
a nuestra órbita particular
en dónde unimos astros de luz y amor
¡sin ningún recato!...



OJOS OCRES

Si te acercas a mí...
con el deseo único de saciar tu libido,
si al mirarte en el ocre de mis ojos
no puedes ver el fondo de mi alma,
ni el agua clara de mi caudaloso río...

Si te quedas tan sólo enmarañado en mis pestañas,
tejiendo como la araña, con tu saliva hilos,
si al llegar al carmín de mis labios
no escuchas los arpegios, de mis hermosos trinos
y te bebes solamente el jugo
del fruto de la pasión, de lo prohibido...
si desciendes trepando hasta mis senos
sin descansar en el surco que los divide,
y no escuchas mi corazón galopando
de felicidad henchido...

Si desciendes por mi vientre hasta llegar a mis piernas,
y no sientes su temblor, ofuscado tan sólo en ese calor
de mis cavidades internas...
sólo te pido un favor, si no vienes por amor
¡ no vuelvas!...



ROJOS LABIOS

Exhalan suspiros mis rojos labios
conductores de besos dulces,
que en hieles convierte el letargo...
para hallar el modo más sublime
de luchar contra ósculos falsos
que a mi sentir redimen...
y me conducen con lentos pasos
hasta el perfil, de la ribera de tu boca.

¡ OH mis labios rojos...!
que a tu lengua se acercan suspirando,
esperando el contacto de tus papilas,
de esa humedad que añoro tanto...


VIOLETAS AFRICANAS

Cuando se acerque la parca, ululando inexorable
hasta el poyo de mi ventana...
y veas que me entrego en silencio,


sin prestar resistencia,
sin preguntar ni un porqué, ni un por nada...
será ese momento en el que te armarás fuerzas
ante el momento inevitable,


porque todo empieza
y sin duda, todo acaba...

Acuérdate entonces... de ir hasta mi huerto
y planta sobre mis pavesas enterradas,
hierbas aromáticas como el eneldo, el romero,
y ese aroma a tomillo y a fresca mejorana,
que impiden que agrie la leche,


y que perfuman su nata.

No llores, ni tiembles al llegar al lecho
y ver el hueco vacío de mi piel deshojada,
ni pongas sobre la mesita de noche
esas flores que dicen que dan suerte,
y fueron mis favoritas siempre.
No mi amor...


¡ no pongas violetas africanas!.


REFLEJOS DE LUNA

Confieso: confieso sin ningún recato,
que muchas tardes me pierdo
paseando los rojos ocasos,
en dónde el sol...antes de irse a dormir,
como una dulce nana oía nuestros besos
nuestros suspiros intensos...
las detonantes caricias que se llevaron los tiempos.

Me siento sobre la roca, en la que tú cada día
me relatabas un cuento...
mientras yo te escuchaba absorta
amortiguando el suspiro,
disfrutando embelesada, aquellos dulces momentos.

Confieso: que he mirado al agua
por ver allí su reflejo...
pero no logré encontrar
su rostro blanco y risueño;
que me he asomado al fondo
rebuscando entre las algas,
entre esos jardines bellos
que la mar guarda en lo más hondo...
y tan sólo encontré unos cascotes de plata
que pensé en esos momentos...
que podrían ser los restos de cristales o de latas.

Pero vi que eran los cascotes
de mi pobre luna rota...
y me aposenté de nuevo allí, en aquella roca
rememorando momentos...
y de pronto vi pasar, de nuestro amor aquél,
sólo dos tristes espectros...

Confieso: confieso sin ningún recato
que aún recuerdo lo nuestro.



AGÜITA FRESCA

Supongo que le has dicho...
que de mi amor estás lleno,
que te empapas en mi río
y te gusta descansar en mi vertiente,
que te vuelves loco en la ribera de mi boca,
dejándote arrastrar por mis corrientes.

Supongo que ya le has dicho...
que detestas la sequía de aquellos páramos,
en los que ella habita y en los que tú vivías,
que echabas de menos, el agua fresca de mi fuente,
tus cálidos inviernos en mi orilla
y que atravesando el ocre de mis ojos,
en mis cuencas ¡ te duermes!.

Supongo, supongo tantas cosas...
que cuando no estás, el desasosiego me puede
y no entiendo ¡ vida mía!...
que cuando la vida me parece un grifo abierto,
en tu ausencia... me llegue la sequía
y la convierta en desierto.



ROSA DE CARDO

Después de ver tu rictus
y de sentir el roce de la tez
de ese pétalo de cráter luna,
puedo entender tu envidia...

Nunca hubo rosa de cardo,
hermosa alguna... que se iguale a mí,
rosa de pitiminí nací en sus brazos,
hoy ya preciosa rosa de té amarilla,
luciendo en el búcaro que adorna la mesa,
dónde cada mañana él, lee su periódico
y degusta mi rico café.

¡ Te entiendo rosa envidiosa...!
nadie tiene la culpa de tu forma de ser,
ni de que la melena que te envuelve espinosa,
sólo atraiga al zángano que husmea cualquier flor,
que desde su ruidoso vuelo,
le parezca sabrosa...



JARRÓN DE ACERAS

Princesa de la noche...
que ostentas el trono en tu farola,
ésa que cada noche te acompaña,
ésa luna que jamás te falla, en la que tú te alumbras
y a la que nunca le haces ni un reproche;
se convierte en tu compañera de sombras,
en ese universo de asfalto...
entre luceros destellantes que parpadean,
sin pararse a pesar del encanto
que dejan ver tus piernas, y ese dilatado escote,
por dónde se escapa el suspiro, de tus pechos desnudos...

Tú, mientras tanto...
derrochas el rojo carmín de labios
y aspiras incesante en tu espera...
el vicioso y maligno humo del tabaco.

Princesa de la noche...
guardiana de esquinas,
capaz eres de vender tu corazón,
por darte un revolcón a la francesa
y a veces... por una simple papelina;
otras, estás bajo tu techo de estrellas,
para llevar el pan hasta tu mesa
y saciar el hambre de tus niñas...

Dios te guarde, princesa de noche...
mujer florero que guardas las aceras,
que soportas las burlas más soeces
y encuentras una suave caricia
¡ sólo a veces...!


ENTRE NARANJOS

Eres mi amor...
como el aroma de azahar
que se respira entre naranjos,
entre los verdes limoneros...
eres la nata del oloroso almendro,
el frescor de la higuera,
la gotita de almíbar que se desliza por la piel
de los higos maduros y frescos.

La suave brisa de la tarde que me huele a romero,
eres fuerte como el clavel
y de la tierna rosa, el terciopelo...
trepas con fuerza como la hiedra cuando acaricias mi cuerpo
y te adhieres a mi corazón,
tejiendo con tu amor, con tus caricias...
un manto verde de fresca enredadera.

Mi alma cubres de colores
como la hermosa buganvilla
pintando una eterna primavera
en cada momento,
en cada segundo de mi vida...


AROMA DE AMANTE

Tu desasosiego es el mío
la inquietud de querer tenerte,
el vacío de mis horas sin ti...

La llegada al hogar, por llamar hogar a cualquier cosa...
el silencio que con mi respiración se corta,
el no escuchar tus pasos al regreso del trabajo,
y sentarme a la mesa de un solo comensal,
sin querer mirar siquiera, ese lugar que tú ausentas...

Ni un sonido extraño al mío, ni tu respiración,
ni tu risa, ni tu aroma de amante que me embriaga,
ni tu abrazo fuerte, al terminar la jornada,
ni las caricias de tus dedos, cuando descanso en tu almohada...
esa almohada cálida que me brindan tus muslos
en el sofá, tumbada...

Nada me centra, nada me alimenta,
nada me gusta... sin ti amor ¡ nada de nada ¡.

Tu desasosiego es el mío, si no siento tu mirada,
tu inquietud es la mía, la inquietud de estar enamorada,
sintiendo la soledad, tan densa, tan brutal...
esa soledad que penetra, e invade los poros de mi alma.


BTE QUIERO...

Te quiero...
no hay duda ni premisa que lo impida
tú mi amor,
mi dueño,
mi única salida.


Te quiero...
siempre habitas en los recodos de mi vida
tú mi sueño,
mi dueño,
mi herida.


Te quiero...
sé que nunca habrá una despedida
tú mi amante,
mi quimera,
mi partida.


Te quiero...
serás siempre la humedad de mi guarida
tú mi libido,
mi receta,
mi huída.

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